La pintura gótica. Introducción
El estilo gótico empezó con la arquitectura en el siglo XII, en
la cumbre de la Edad Media, cuando Europa estaba dejando atrás la memoria del
oscurantismo y se adentraba en una radiante nueva era de prosperidad
y confianza.
Al mismo tiempo, la cristiandad entraba en una fase nueva y triunfante de su historia,
así que la época de los caballeros fue también la época de la construcción de las
magníficas catedrales góticas, como las que encontramos en las ciudades del norte
de Francia: Chartres, Reims y Amiens.
En cuanto a la pintura, el cambio al nuevo estilo se hizo visible alrededor de un
siglo después de que se erigiese la primera de estas catedrales. En contraste con
el románico y el bizantino, la característica más llamativa del arte gótico es un
aumento del naturalismo. Esta cualidad, que apareció por primera vez en las obras
de los artistas italianos de finales del siglo XIII, se convirtió en el estilo pictórico
dominante en toda Europa hasta finales del siglo XV.
Cronología del período gótico
La época gótica en pintura, que abarcó más de doscientos años, empezó en Italia
y se extendió por el resto de Europa. Al final de este período existían una serie
de artistas en diversas zonas del norte que se resistían a aceptar las influencias
del Renacimiento y que continuaron la tradición gótica. Como resultado, al final
de la cronología gótica se superpone el Renacimiento Italiano y el Renacimiento
del norte.
CIMABUE, MAESTA, 1280-1285
Aunque esta obra muestra fuertes influencias bizantinas, marcó un alejamiento de
esa tradición por un tratamiento del espacio más tridimensional y la aparente humanidad
de su Madona. Además, las telas son mucho más suaves que en el arte bizantino.
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GIOTTO, DEPOSICION DE CRISTO, 1304-1313
El arte de Giotto fue el precursor de una tradición pictórica totalmente nueva, y su estilo pertenece de alguna manera al Renacimiento.
El fresco de la Capilla de la Arena, llamada también de los Scrovegni, de Padua, es un buen ejemplo de su característica intensidad psicológica, de su claridad espacial y de su solidez de formas.
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DIPTICO WILTON, 1395
Aunque se conoce muy poco sobre su origen, esta obra es un ejemplo perfecto del estilo gótico internacional cortesano que barrió Europa a finales del siglo XIV. El intenso azul y la composición llena de figuras de la tabla en la que aparece la Virgen rodeada de ángeles contrasta con la simplicidad de la tabla de la izquierda, con su fondo dorado.
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SIMONE MARTIN, EL ANGEL Y LA ANUNCIACION, 1333
El artista sienés Simone Martini pintó varias versiones de la Anunciación. En este brillante ejemplo, las fluidas líneas de las vestiduras de la Virgen y del ángel revelan las sólidas formas que ocultan, característica de la pintura gótica. El díptico del título similar, El ángel de la Anunciación, donde se ve un ángel sin María, es otra muestra de la consumada habilidad de Martini para pintar las telas.
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ROGIER VAN DER WEYDEN, DEPOSICION, 1435
En las manos de este gran artista flamenco, la deposición del cupero de Cristo de la cruz es un momento de intenso drama emocional. Todos los personajes de la escena están abatidos por el dolor, pero cada uno lo expresa de forma diferente.
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ROBERT CAMPIN, RETRATO DE UNA MUJER, 1420-1430
Los artistas del norte empezaron a mostrar personalidades individuales en sus retratos de medio cuerpo de las personas ricas de la ciudad.
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MAESTRO DE LA PIETA DE AVIÑON, PIEDAD, 1470
Las representaciones de la Pieta, la Virgen María contemplando o sujetando el cadáver de su hijo, abundan en el arte gótico. Esta intensa versión del siglo XV la pintó en Francia un artista anónimo.
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JAN VAN EYCK, EL MATRIMONIO ARNOLFINI, 1434
Van Eyck fue uno de los primeros artistas que explotó el nuevo método del óleo. En este doble retrato, una de sus obras más famosas, lo utiliza con gran efecto en la forma realista de tratar las luces y las sombras. El resultado unificador de este tratamiento fue extramadamente original para la época. El escenario, un interior doméstico, se encuentra en muchas pinturas de artistas holandeses contemporáneos.
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HIERONYMUS BOSCH (EL BOSCO), LA TENTACION DE SAN ANTONIO, 1505
El Bosco destaca sobre sus compañeros por las imagenes extrañas y fantásticas que aparecen en muchos de sus cuadros.
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MATTHIAS GRÜNEWALD, CRUCIFIXION, 1510-1515
El artista alemán Grünewald tipifica el énfasis en el horrible sufrimiento de algunas obras del arte gótico de la última época. Su escena de la crucifixión presenta una inquietante intensidad.
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